martes, 1 de diciembre de 2009

Buckminster Fuller. Una vision sistémica de la Nave Espacial Tierra.


















Si revisamos a los autores que han escrito textos teóricos sobre la actividad de los diseñadores, sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XX, podemos ver que constantemente se pondera la importancia de perspectivas como: la visión generalista e integradora de conocimientos especializados, la teoría del análisis de sistemas, la planeación de las sociedades humanas como sistemas complejos, el diseño en pro del mejoramiento de las condiciones de vida, el optimismo y la disposición a resolver problemas como actitudes indispensables del diseñador, la sustentabilidad de las sociedades a nivel local y global (económica y ecológicamente hablando), el aprovechamiento al máximo de los recursos materiales y energéticos, la historia del desarrollo tecnológico como una clave para entender la relación del ser humano con el mundo artificial que ha creado para habitar el planeta más eficientemente. Si revisamos tanto las visiones con matices más científicos, como las de Rittel y Buchanan, así como las perspectivas de tintes más humanistas de Findeli, Manzini y Thackara, se puede apreciar que los teóricos contemporáneos del diseño están de acuerdo en otra cosa también: consideran al mundo humano como un sistema altamente complejo, con componentes naturales y artificiales, al que hay que estudiar de manera holística.

El pensamiento de Richard Buckminster Fuller se caracteriza por tener un carácter "holística", "generalista", "sistémico", "prospectivo", "integrador", "optimista". Esta visión, aunque en su caso fue extremadamente idealista, lo llevó sin embargo a generar propuestas de una importancia indiscutible. Por estas razones, me parece que su obra es una herramienta importante para los diseñadores del presente. Este ingeniero, inventor, matemático, arquitecto, cartógrafo, filósofo, poeta, cosmólogo, diseñador comprehensivo y coreógrafo, como él mismo se definía, desarrolló un pensamiento que aspiraba a ser tan amplio como el universo mismo, elemento último al cual no excluía en sus análisis de sistemas: "Porque el universo es, inferencialmente, el sistema más grande. Si podemos empezar con el universo, automáticamente estamos evitando dejar fuera cualquier variable estratégicamente crítica." Bucky, como le llamaban sus colegas y familiares, en el libro "Manual de Operación para la Nave Espacial Tierra" (Operating Manual for Spaceship Earth, 1969), declama que para lograr la sobrevivencia humana, para erradicar catástrofes como la pobreza y el hambre, hay que pensar en grande. Para Bucky, este reto implicaba una revolución en el diseño y en la innovación, un replanteamiento en la manera en que las sociedades hacen uso de sus recursos humanos y naturales tal, que logremos adquirir la capacidad de guiar a nuestra "Nave Espacial Tierra" hacia un futuro sustentable.

R. Buckminster Fuller, cuando joven estudiante, fue expulsado en dos ocasiones de la universidad de Harvard. Para la fecha de su muerte, había recibido más de 40 doctorados honoris causa por parte de numerosas universidades alrededor del mundo. Habiendo decepcionado a su familia, en la cual había varios graduados de Harvard, fue enviado a trabajar en campos de cultivo. Ahí desarrolló un interés por las máquinas y la ingeniería. Posteriormente decidió unirse a la marina para dar servicio a su país durante la Primera Guerra Mundial, experiencia que también influenció de manera importante su pensamiento. La navegación lo acercó a nociones de estrategia y planeación, así como le dio una experiencia física del planeta impactante: estuvo durante muchos meses observando constantemente los inmensos océanos y el horizonte de altamar, y aprendiendo a guiar a las embarcaciones a través las imágenes celestes. De hecho uno de sus diseños más exitosos fue el mapamundi Dymaxion (de los cuales se produjeron 5 millones de ejemplares), que ofrece una imagen menos distorsionada y más continua del globo terráqueo en comparación con la de los mapas tradicionales ("facetas poliédricas simétricas uniformes sin quiebres o límites"). Demostrando su pasión por la navegación, en Operating Manual for Spaceship Earth ofrece una versión de la historia de la humanidad en la que los primeros capitanes eran los verdaderos emperadores del mundo. Según Buckminster Fuller, las habilidades de "generalistas" que adquirían los piratas al hacerse cargo de sus embarcaciones y tripulaciones, les daban una visión superior a la de los monarcas o los sacerdotes de la época, y por lo tanto eran ellos los que tenían el verdadero poder (y los más ricos tesoros) en aquellos tiempos. La cualidad de estos comandantes de las naves marítimas era que sabían aprovechar los conocimientos de los especialistas de los que se rodeaban para navegar (matemáticos, astrónomos, geógrafos), manteniendo una visión holística de los fenómenos que los ayudaba a tomar decisiones informadas en cuanto a la planeación de sus misiones.

Buckminster Fuller no dejaba de asombrarse de la perfección del universo y de tratar de aprender de él. La idea que da título al libro mencionado antes, es que el planeta Tierra es una nave espacial que nos transporta a través del universo así como los barcos transportaban a los piratas a través del planeta, y que para sobrevivir como especie debemos mantener su maquinaria en buen funcionamiento. El autor nos quería hacer notar la gran perfección de nuestra nave; cómo la gravedad evita que la fuerza centrífuga de la rotación nos dispare fuera del planeta; cómo los gases atmósfera nos protegen de recibir directamente los rayos del sol; cómo el juego de gravedades de nuestro satélite lunar y la Tierra genera movimientos marítimos útiles a los ciclos naturales; cómo los animales no somos capaces de alimentarnos de la energía del Sol, mas las plantas sí, y gracias a eso se pueden generar cadenas alimenticias que mantienen a la energía cósmica en movimiento y a la vida desarrollándose. El Universo representa pues, un artefacto perfecto y una referencia al alcance de nuestra mirada. La misión principal de los piratas era adquirir y almacenar riquezas materiales para así adquirir ciertos beneficios. De la misma manera, actualmente el ser humano busca riqueza para mantener un buen nivel de vida (el problema de la sobrevivencia parece superado). Sin embargo, para Bucky, la riqueza se debe definir en términos de conocimiento como la "capacidad tecnológica de proteger, criar, apoyar y acomodar todas las necesidades de la vida". En el momento en que escribió Operating Manual for Spaceship Earth, Buckminster Fuller consideraba que la humanidad había llegado a un punto crítico de su historia, idea que desarrolla más en su siguiente publicación, Utopia ro Oblivion (Utopía u Olvido). Por un lado, la riqueza o desarrollo tecnológico alcanzado hasta ese momento permitían al ser humano no solamente asegurar su sobrevivencia en el universo, sino cubrir todas sus necesidades y deseos. La física cuántica había demostrado que la energía del universo es finita, que no se crea ni se destruye, y por lo tanto el principio de la entropía no implica que la energía se pierda, sino que sólo escapa de un sistema a otro por lo cual es posible aprovecharla de distintas maneras. Por otro lado, la idea de la sinergía podría significar incluso que la riqueza siguiera aumentando, pues la unión de las partes de un sistema a veces implica que su energía total se potencie. En el momento crítico de la humanidad, la guerra o la competencia ya no son necesarias para asegurar la sobrevivencia de unas u otras tribus pues la Nave Tierra y los sistemas humanos han alcanzado la capacidad de alimentar y satisfacer a todos sus habitantes, por lo que ahora es posible una estrategia política global de cooperación entre naciones. Aunque Bucky mantenía una visión optimista de las capacidades humanas, al mismo tiempo reconoció que en este momento crítico había llegado también la consciencia de que estábamos "agotando el sistema" de nuestra nave al utilizar los recursos a una velocidad mayor a la que se habían generado. Buckminster Fuller elabora que los combustibles fósiles como el petróleo son nuestras reservas, y que deberíamos utilizarlos únicamente como un punto de partida, como la gasolina necesaria para "arrancar" el motor de nuestra nave, que posteriormente deberá guardar sus reservas y seguir funcionando con la energía del viento, del agua, del sol o incluso de otras estrellas.

Ciertamente, el tono en que Bucky planteaba sus ideas era algo utópico, lo cual obviamente generó críticas entre sus colegas. Sin embargo, sus reflexiones lo llevaron a desarrollar dos conceptos que me parecen clave pues considero que sintetizan las aportaciones más prominentes de la filosofía de este visionario, a la vez que pueden llegar a convertirse en principios para el desarrollo de las tan buscadas y siempre en discusión, metodologías de diseño. El primer concepto al que me refiero es el Diseño 4d. Como su nombre lo indica, esta manera de diseñar toma en cuenta no solamente las 3 dimensiones del volumen espacial de los objetos, sino que suma la cuarta dimensión correspondiente al elemento tiempo. Desde el punto de vista de la sustentabilidad, la consideración del "volumen" en el tiempo de los objetos es fundamental, pues tiene que ver con factores como el ciclo natural de la materia prima necesaria para su producción, la capacidad de biodegradación de los materiales ya transformados, la posibilidad de re-utilizar objetos obsoletos o sus partes por separado a pesar del desarrollo tecnológico, y algunas otras cuestiones que actualmente son tomadas en cuenta por metodologías de análisis del diseño instituidas recientemente como el indicador LCA (Life Cycle Analysis). El segundo concepto clave tiene también un nombre al estilo ciencia ficción tan característico de la obra de Buckminster Fuller: el Dymaxion. Asumo que este nombre proviene de la combinación de dos palabras en inglés, dynamics y máximum (dinámica y máximo), pues el concepto se refería a artefactos que lograran un funcionamiento máximo con requerimientos mínimos. La palabra fue utilizada por el inventor como una especie de "marca" o "firma" para nombrar a varios de sus proyectos: el baño Dymaxion, la casa Dymaxion, el automóvil Dymaxion, el mapamundi Dymaxion, proyectos que, como todo el pensamiento y producción de Bucky, estaba dirigido a mejorar las condiciones de vida del ser humano. Así, por ejemplo en el caso del baño prefabricado Dymaxion, éste brindaba un sistema integral que incluía todos los servicios (regadera, lavabo, y tina) dentro de un área de 1.5m² y con un peso de 200kg, y estaba pensado para reducir los periodos de obsolescencia y aprovechar de mejor manera los materiales y recursos desde el momento de su instalación. El coche Dymaxion era un vehículo para 11 pasajeros que tenía sólo 3 ruedas y la silueta de una gota de agua, una forma aerodinámica eficiente en cuyo diseño contribuyó el artista Isamu Noguchi. El vehículo era capaz de dar vueltas en U sobre su propia longitud, y consumía sólo 7.8 litros de combustible cada 100 kilómetros. Aún cuando el automóvil no fue producido por Ford como estaba planeado, ni por ninguna otra compañía, es muy probable que el prototipo haya influenciado a muchos otros diseños posteriores, como la van VW de los años 40 popularizada por los hippies en los 60 (con forma aerodinámica y capacidad para 10 pasajeros), o los prototipos de coches híbridos ultra ligeros con 3 llantas y alta eficiencia en cuanto al uso de combustible.

Por ultimo hablaremos del diseño más reconocido de nuestro autor, los domos geodésicos, de los cuales se construyeron alrededor de 300 mil ejemplares en el mundo. Entre 1949 y 1950, Buckminster Fuller erigió el primer ejemplar en la ciudad de Montreal, un edificio que fue resultado de sus investigaciones en relación al diseño de viviendas más confortables, eficientes y económicamente costeables para una mayor parte de la población mundial. Un domo geodésico consiste básicamente en una superficie semi-esférica conformada de un patrón continuo de triángulos que generan una estructura que, a diferencia de los edificios convencionales, incrementa su fuerza, ligereza y precio por unidad de volumen conforme sus dimensiones aumentan. Por otro lado su figura esférica es en sí misma eficiente, pues implica que el domo cubre la mayor cantidad de volumen con la menor área de superficie, lo cual a su vez significa que el edificio tiene menor superficie a través de la cual perder calor o interceptar vientos potencialmente dañinos. Supuestamente, los mejores ejemplares son proporcionalmente más delgados que el cascarón de huevo en relación al huevo. Además de todas estas cualidades la estructura se puede construir en tiempos muy cortos, para 1957 el autor había refinado el diseño en tal grado que se logró construir un domo del tamaño de una auditorio en Honolulu en tan sólo 22 horas. El invento fue de particular utilidad para comunidades que habitan en el ártico y para misiones temporales en el polo sur, pero se ha utilizado también para edificios que alojan actividades de entretenimiento, como nuestro propio Palacio de los Deportes. Esta aportación tuvo tal importancia que cuando la ciencia química identificó ciertas moléculas de carbono con una estructura parecida a la de los domos, optó por bautizarlas como fulerenos en honor a Bucky.

Como conclusión quisiera expresar que la figura de R. Buckminster Fuller se me reveló como una gran inspiración desde las primeras frases que leí en Operating Manual for Spaceship Earth. Su estilo particular de integrar conocimientos y experiencias tan diversas, de sintetizarlas en reflexiones e invenciones que demostraron su ejemplar inteligencia, además de su actitud optimista y comprometida para con el ser humano, el planeta Tierra y el Universo mismo, son cualidades que parecieran de un personaje idealizado en un cuento de ciencia ficción. Me imagino que si las visiones de este pensador me sonaron a las fantasías de un genio loco, seguramente a sus contemporáneos de hace décadas les sonaban todavía más absurdas, lo cual debe haber implicado un doble reto: luchar contra la ineficiencia de los sistemas humanos al mismo tiempo que vencer la incredulidad de sus colegas. Sin embargo, sus ambiciosas fantasías lograron materializarse en soluciones reales y contundentes, con lo cual, Bucky nos demostró la capacidad del ser humano para alcanzar el sus objetivos siempre y cuando respete y aprenda de la lógica cósmica.


Referencias


BALDWIN, J., Geodesic Domes, http://www.bfi.org/our_programs/who_is_buckminster_fuller/design_science/geodesic_domes/geodesic_domes_by_j_baldwin

BUCHANAN, RICHARD, Wicked problems in Design Thinking, en Margolin, Victor y Buchanan, Richard, ed The Idea of Design, MIT Press, Cambridge, MA, 1995.

BUCKMINSTER FULLER, Operation Manual for Spaceship Earth, Lars Müller Publishers, Alemania 2008 (primera edición, 1969).

BUCKMINSTER FULLER, Utopia of Oblivion: Thee Prospects for Humanity, Lars Müller Publishers, Alemania 2008 (primera edición, 1969).

DUBBERLY, HUGH Y RITH, CHAPORY, Why Horst W. J. Rittel Matters, en Design Issues, Vol. 23, no. 1, invierno 2007, MIT Press, Cambridge, MA, 2007.

FINDELI, ALAIN, Ethics, Aesthetics, and Design, en Design Issues, Vol. 10, no. 2, verano 1994, MIT Press, Cambridge, MA, 1994.

GONZÁLEZ OCHOA, CÉSAR, Algunas notas sobre el pensamiento sistémico, apuntes para la clase de Semiótica, PDI, UNAM, México, 2009.

MANZINI, EZIO, Ecología de lo artificial y decisiones de proyectos, en Manzini, Ezio, Artefactos. Hacia una nueva ecología del ambiente artificial, Celeste ediciones, Madrid, 1996.

RITTEL, HORST, On the Planning Crisis: Systems Analysis of the ´Firs and Second Generations´, University of California, Berkeley, 1972.

THACKARA, JOHN, Lightness, en Thackara, John, In the Bubble. Designing in a complex world, MIT Press, USA, 1972 .

S/A, Inventions: The Patented Works of R. Buckminster Fuller, St. Martin's Press, NY, 1983, en Charles N. Kimball, Untitled Review, The New England Quarterly, Vol. 57, No. 2 (Jun., 1984), pp. 267-271.

S/A, Design Museum, HYPERLINK "http://designmuseum.org/design/r-buckminster-fuller" http://designmuseum.org/design/r-buckminster-fuller

S/A, The Buckminster Fuller Institute, HYPERLINK "http://www.bfi.org/our_programs/who_is_buckminster_fuller?page=1" http://www.bfi.org/our_programs/who_is_buckminster_fuller?page=1


3 comentarios:

  1. No pude evitar, luego de leer este artículo, el volver a pensar por la real función del diseñador dentro de la sociedad. Es evidente que este escenario de demandas extraordinarias, requiere de respuestas de iguales proporciones; sin embargo, ante esta situación, me asalta la duda: ¿estamos preparados como profesionales, para encontrar una ruta coherente y contribuir a que la "nave" en la que viajamos se mantenga a flote?

    Bien por ti Paulina, me alegra que pongas a disposición de todos nosotros esta información y que contribuyas al crecimiento de este foro.

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  3. Acabo de terminar de leer "operating manual....." Soy arquitecto y me pareció muy inspirador. seguro una de las mayores mentes del siglo pasado. Te hace pregunarte ¿por que si teníamos las capacidades aún en 2011 hay pobreza y guerras?

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